Te invito a que mires por un momento con detenimiento a tu alrededor. Si prestas atención y más allá de todo el “ruido” visual y auditivo que nos rodea lo podrás percibir.
Así es; este planeta, nuestro hogar, está exigiendo tomar una decisión sumamente importante: Evolucionar hacia una forma de conciencia colectiva avanzada basada en el amor, la paz y la armonía, o, en caso contrario, sentarnos a contemplar como este hermoso mundo muere frente a nuestros ojos envuelto en miedo y desequilibrio.
Pero; quién o quienes son responsables de esta importante decisión?…Tú… y yo; y cada uno de los que vamos tomando conciencia de lo que somos. No, no pensemos que se trata de salir a la calle a intentar transformar a todos los que nos rodean; de organizar una manifestación o de buscar convencer a los demás de que piensen o vivan como yo.
Únicamente tenemos que ser; “ser el cambio que queremos para el mundo” ¿recuerdas?; construir la realidad a partir de nosotros mismos ya que encender nuestra luz es la mejor forma de iluminar nuestro entorno y hacerla brillar con intensidad será crecimiento y plenitud para todos.
Claro que suena emocionante, de hecho lo es; y la aventura mas emocionante es aquella que emprendemos hacia nuestro ser más profundo… siente, sólo siente; cada sentimiento es como un barco que zarpa y navegando se interna en tu océano interior. Aprende a navegarlo y atrévete a descubrir las maravillas que habitan en ti.
Este viaje te va a llevar a lo funcional, a tu verdad… a tu esencia. Todo individuo que llegó a la creación de una vida trascendente es aquel que tuvo el valor de emprender ese viaje hacia su interior: Soñar, sentir, creer y ser… esta es la sencilla ecuación de la existencia humana.
Alfredo Sánchez Ochoa
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